KETHER

Es la primera sefira después del infinito. Representa la Corona, el punto inicial, la capacidad inmensa, la existencia de las existencias, alcanzar algo o coronarse. Aspecto de realización. Se compara con la manifestación de Dios Padre. 

La primera sefira empieza el Árbol y está generada por la fuerza del infinito. Encarna la chispa divina misma. Esta “encarnación” aún no tiene forma y no puede ser entendida, según la Cábala, a menos que uno se haga Uno con ella, volviéndose Dios. 

La máxima “Nadie puede contemplar la cara de Dios y quedarse vivo” representa a Kether. A Dios se le puede sentir, una parte de él, pero no entender por su magnitud, lo mismo es Kether. 

Sus símbolos son el punto, el centro en el círculo, el cráneo, la chispa divina y el loto de mil pétalos, correspondiente al séptimo chacra. 

Kether el 1 lleva la energía de todas las sefirot. Es el manantial puro y potente que nace en la cumbre de la montaña y se carga de materia a medida que baja.  

Esta sefira difunde mucho dinamismo porque deja pasar la potencia divina a fin de madurarla y gestarla. Kether se describe como el Primer motor, la energía primordial. Se puede asociar a la Vía Láctea o la Nebulosa Central que nos abre al infinito y recibe el infinito. 

El planeta regente es Neptuno, dios del agua y de la espiritualidad. Predomina el color blanco. Situada en la columna del centro, la de la consciencia. 

El aspecto iluminado de Kether es la experiencia de la Unión-Amor universal. Experiencia de sentir que estamos unidos y formamos parte de todo. Representa el aspecto de la Religgio más elevada: la religión que une o reúne a las gentes. Une lo que se había separado. El reencuentro con el creador y simboliza la experiencia de la fe y de la realización. Solo nos sentiremos realizados cuando tengamos plena fe en el Creador. 

El aspecto retrógrado de la experiencia en Kether pueden ser dos extremos: 

• Volado: quien no toca para nada la materia porque está cerca de Dios.
• Negación: quien niega a Dios. Actitud negligente de aceptar la experiencia de Dios. No confiar en el Plan de Dios y no aceptar el poder de Dios. Rebelde. Siente que sólo se tiene a sí mismo. Desamparado. Se siente huérfano. Visión negativa del mundo. Visión egocentrista: “Dios tendría que ver el mundo como yo lo veo”.

La frase totémica de Kether que concentra todo su potencial es “Yo soy”. Yo soy significa Dios en acción a través de mí. Aceptamos que somos hijos de Dios a imagen y semejanza que él y permitimos que nuestra divinidad se manifieste en lo que estamos decretando con el Yo soy. Cuando decimos “Yo Soy”, estamos afirmando nuestra identidad y conectándonos con nuestra esencia divina. Al utilizar esta afirmación de manera consciente, podemos reprogramar nuestra mente subconsciente y alinearnos con nuestras metas y deseos.

El principio de sanación de Kether es “Yo soy la corona de la vida. Estoy sano y completo”. Este mantra nos ayudará a conectarnos con él y sanar todas las resistencias que nos impiden acercarnos a Dios y permitir que él se manifieste a través nuestro.