SENDEROS

Los 22 senderos son las ramas del Árbol que permiten la comunicación entre las sefirot. Las ramas antiguamente correspondían con las 22 letras del alfabeto hebreo que conllevan las esencias divinas, cada sendero era una letra. En la actualidad, esas letras fueron cambiadas por Arcanos mayores para que fuera más fácil identificarnos con el arquetipo al tener una imagen visual cargada de simbolismo. 

Uniendo cada uno de los Sefirot hay 22 senderos. Los 22 senderos unen los Sefirot y son dinámicos. Así, no existe discontinuidad entre los caminos que recorren el Árbol. Las sefirot y los senderos son parte del camino iniciático del Árbol. 

La cábala considera 32 caminos: las 10 sefirot y las 22 vías de enlace o senderos. 

Cada sefira son como dos imanes o esferas que generan una relación energética entre ellos que producen una fuerza resultada de la suma de las dos esferas que es el sendero.

Los senderos no existirían si no existieran los aspectos de la divinidad en nosotros. Cuando nacemos nuestros potenciales están densos porque perdimos la conciencia de quien fuimos, pero como hermandad estamos volviendo a la conciencia de quien fuimos. Para evolucionar necesitamos experiencias de aprendizaje que se producen en los senderos. Y estos senderos contienen principios o fuerzas iniciáticas: enseñanzas iniciáticas. Todo lo que está en el sendero es una estructura arquetípica resultado de la influencia de las dos esferas que un y que está contenido en nosotros y en todo.

Todo lo que es iniciación y aprendizaje está contenido en 22 aspectos iniciáticos como por ejemplo 22 arcanos mayores.

Nosotros aprendemos según los principios arquetípicos contenidos en las enseñanzas iniciáticas de los 22. 

Cuando hemos realizado el camino por los 22 senderos nace un hombre nuevo, un realizado que en cábala se llama Adam Kadmon u hombre realizado que es el hombre que ha integrado todos los aspectos divinos en sí.